El deseo de crear una bodega en casa es un sueño acariciado por los entusiastas del vino que buscan exponer su colección de botellas, independientemente de su tamaño, de forma atractiva y en condiciones ideales para potenciar su disfrute. Las bodegas pueden añadir un elemento de elegancia y sofisticación a cualquier espacio, ya sea para el consumo diario o para ocasiones especiales. A la hora de crear una colección de vinos, es aconsejable dar prioridad a los tintos sobre los blancos, ya que los tintos tienden a envejecer con más gracia.

Ubicación ideal de la bodega:
Aunque la cocina es un lugar habitual para guardar botellas de vino, los expertos coinciden en que no es la mejor elección. La proximidad al calor de los hornos puede provocar un envejecimiento prematuro que afecte negativamente al sabor y la composición. Las condiciones óptimas de una bodega implican un entorno fresco, oscuro y sin sol. Aunque los sótanos suelen considerarse la ubicación más adecuada por sus atributos naturales, otros espacios de la casa también pueden transformarse en bodegas.

Espacios alternativos dentro del hogar:
Con un toque de imaginación y creatividad, incluso las casas que no disponen de habitaciones específicas pueden albergar una bodega. Utilizar el espacio bajo la escalera ha ganado popularidad entre los entusiastas del vino. Para integrar perfectamente la bodega en el entorno existente, es importante asegurarse de que el diseño coincide con el estilo predominante. Por ejemplo, un entorno moderno o industrial podría contar con elegantes estanterías metálicas, mientras que las estanterías de madera encajarían en un ambiente más clásico. Otras opciones viables son las despensas, los armarios del pasillo o cualquier habitación vacía sin elementos calefactores.

Condiciones óptimas de conservación del vino:
Para garantizar que los vinos estén en óptimas condiciones cuando llegue el momento de degustarlos, hay que tener en cuenta tres factores fundamentales:

La humedad: Es esencial mantener los niveles de humedad entre el 60% y el 70%. Esto evita que los corchos se sequen y protege contra la contaminación por hongos, preservando la calidad del vino. Almacenar las botellas en posición horizontal garantiza un contacto constante entre el vino y el corcho, al tiempo que favorece la sedimentación.

Temperatura: Aunque la temperatura ideal de conservación del vino es de 10°C, una gama de 7°C a 18°C da resultados satisfactorios. Deben evitarse las fluctuaciones bruscas de temperatura, ya que las temperaturas altas aceleran el envejecimiento, mientras que las bajas lo ralentizan.

Iluminación: Las bodegas deben tener una iluminación tenue para evitar los daños inducidos por la luz. La tecnología LED ofrece una alternativa adecuada, ya que genera un calor mínimo en comparación con las luces incandescentes o halógenas tradicionales.

Transformar el sueño en realidad:
Crear una bodega personal en casa ya no es un lujo exclusivo. Encontrando el espacio adecuado que reúna los requisitos necesarios de iluminación y temperatura, se puede conservar una pequeña colección de botellas de vino. Para quienes dispongan de un espacio amplio, añadir una mesa alta con taburetes brinda la oportunidad de relajarse y disfrutar junto a amigos y familiares.

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